domingo, 31 de diciembre de 2017

Galería. Visita del Cartero Real


Las cartas de los niños que el pasado viernes visitaron al Cartero Real de la Hermandad ya están en posesión de Sus Majestades los Reyes Magos. Como hace más de 2000 años, cuando fueron a adorar al Niño Jesús, Melchor, Gaspar y Baltasar vienen en sus camellos siguiendo la estrella que les guía en su largo viaje desde Oriente. Impacientes estamos a la espera de recibir a los Reyes Magos en nuestro pueblo con la misma ilusión de los pastores, la humildad de la Virgen, la emoción de San José y la mirada inocente con que debió mirarlos el Niño Dios en el pesebre.



 





Fotos: Archivo Grupo Joven

viernes, 29 de diciembre de 2017

Santo Entierro 2017



En la noche de ayer, la Hermandad despedía el 2017 con la entrañable convivencia que habitualmente tiene lugar en estas fechas en la Sala Capitular de la Iglesia de San Roque. En la misma se proyectó el audiovisual "Santo Entierro 2017" que en esta entrada se acompaña, en el que se recuerdan a modo de muestra, algunos de los momentos y vivencias de los diferentes actos de Culto y otras actividades organizados por la Hermandad a lo largo de este año que termina.

Al comienzo del encuentro, realizamos una oración conjunta ante Nuestros Sagrados Titulares, dando gracias por los momentos vividos en torno a Ellos durante todo el año, finalizando el acto con un ágape de confraternidad en la Sala Capitular.

Como es habitual, dicho audiovisual pasará también a formar parte de la galería multimedia del blog, al igual que en anteriores ocasiones.

jueves, 28 de diciembre de 2017

Galería. Belén

Les mostramos a través de esta entrada algunas fotografías del Belén instalado en la Iglesia de San Roque por el Grupo Joven, en esta ocasión con la colaboración de los hermanos más pequeños de la Hermandad que participaron en la convivencia infantil del pasado sábado. 







Fotos: Archivo Hermandad

Horario de visitas del Belén
Mañanas: de 11:00 a 14:00 horas
Tardes: de 18:00 a 21:00 horas

martes, 26 de diciembre de 2017

Convivencia de Hermandad "Santo Entierro 2017"


El próximo jueves 28 de diciembre a las 21:00 horas, como en años anteriores, celebraremos en la Sala Capitular de la Iglesia de San Roque la entrañable Convivencia de Hermandad en la que se proyectará el audiovisual “Santo Entierro 2017”, una memoria gráfica que a modo de muestra pretende plasmar un resumen de los actos de Culto y otras actividades celebradas por la Hermandad a lo largo de 2017. 

Tras la proyección, se realizará una oración ante Nuestros Sagrados Titulares, como acción de gracias por el año que finaliza, concluyendo el encuentro con un ágape de fraternidad. Aprovechamos para hacer extensible la participación en este acto de convivencia a todos los hermanos de la Hermandad.

Lotería de "el Niño"

Desde hace unos días, se encuentra a la venta la lotería de "el Niño" de la Hermandad. En esta ocasión el número es el 46605, pudiendo adquirirse a través de los miembros de la Junta de Gobierno, la Administración de Lotería de Arahal así como en diferentes puntos de venta repartidos por la localidad.

sábado, 23 de diciembre de 2017

Horarios de misas en Navidad

A través de esta entrada les mostramos los horarios de celebración de la Santa Misa durante los días de Navidad. La Hermandad recuerda a sus hermanos la importancia de asistir asiduamente a la Santa Misa y la obligación de participar en ella los Domingos y días de precepto, ya que como dice el Santo Padre Francisco: “La Eucaristía constituye el vértice de la acción de salvación de Dios”.


Al coincidir en este año el día 24 de diciembre en domingo, se recuerda que para cumplir con el precepto dominical de la misa del cuarto domingo de Adviento, habría que asistir también a la misa del domingo por la mañana o la del sábado 23 por la tarde.

Esta noche es Nochebuena

Queridos hermanos y hermanas:
“Cantad al Señor un cántico nuevo… cantad al Señor, bendecid su nombre”. Con estas palabras del salmo 95 nos invitará la liturgia de esta Nochebuena a alabar al Señor, a tocar para Él la cítara, a vitorearle con clarines y al son de trompetas, a aclamar al Rey y Señor. No es para menos. En esta noche verdaderamente buena y santa, la oscuridad se tornará claridad, las estrellas brillarán con insólito fulgor y, en el silencio sereno de la noche, el ángel nos anunciará una vez más la gran noticia que hace dos mil años oyeron los pastores: “No temáis, os traigo la Buena Nueva… hoy en la ciudad de David os ha nacido el Salvador, el Mesías, el Señor” (Lc 2,10-11). Y volveremos a escuchar los cánticos de los ángeles: “Gloria a Dios en el cielo y en la tierra paz a los hombres que ama el Señor”.

Es natural que nos regocijemos y felicitemos, pues el Dios eterno, inmortal e invisible, que a lo largo del Antiguo Testamento habla a su pueblo por medio de los profetas, en esta etapa culminante de la historia nos ha hablado por su Hijo, igual a Él en esencia y dignidad, reflejo de su gloria e impronta de su ser (Hebr 1,1-3). Él es su Verbo, el origen y causa de todo lo que existe, la vida y la luz verdadera que alumbra a todo hombre que viene a este mundo (Jn 1,3-9). Él es la Palabra eterna del Padre, que en la Nochebuena se hace carne y planta su tienda entre nosotros(Jn 1,14), para hacernos partícipes de su plenitud, para ofrecernos la salvación y la gracia, para compartir con nosotros su vida divina. “No puede haber lugar para la tristeza -nos dice san León Magno- cuando acaba de nacer la vida… Nadie tiene por qué sentirse excluido del júbilo… [pues el Señor] ha venido para liberarnos a todos. Alégrese el santo, puesto que se acerca a la victoria; regocíjese el pecador, puesto que se le invita al perdón; anímese el gentil, ya que se le llama a la vida”.
¡Misterio de la Encarnación, misterio del nacimiento de Jesús en la cueva de Belén, misterio inefable que nuestros torpes labios apenas pueden balbucear, misterio que en tantas ocasiones queda reducido al sentimentalismo, a la dimensión cultural, folclórica o costumbrista de unas fiestas entrañables de las que rozamos sólo la periferia, sin entrar en su hondón, sin postrarnos de rodillas para exclamar silenciosa y quedamente “Dios se ha hecho hombre”“Dios se ha encarnado por mí”!
Por ello, nuestra primera actitud en esta noche no puede ser otra que la admiración, la sorpresa, el gozo y la emoción ante el prodigio, la contemplación larga del don increíble que Dios ha hecho a la humanidad, la adoración rendida ante el Dios que se despoja de su rango y se hace niño, y la gratitud inmensa ante la condescendencia de Dios, ante su amor inaudito, sin límites ni tasas, que hace exclamar al evangelista san Juan: “Tanto amó Dios al mundo que le dio a su Hijo Unigénito” (Jn 3,16). En la Nochebuena, el Dios eterno se hace el encontradizo con nosotros a través de su Verbo. Es justo que le alabemos, y que llenos de emoción, exclamemos con el profeta: “Qué hermosos son sobre los montes los pies del mensajero que anuncia la paz, que pregona la buena nueva, que dice a Sión: Tu Dios es Rey” (Is 52,7).
El Dios que nos nace en esta noche no es el Dios frío y abstracto de los filósofos. Nace en un pesebre, se hace niño, experimenta la pobreza y la persecución, la alegría y el dolor, la amistad y la traición, la muerte y la resurrección. Es un Dios con rostro humano, que nos ama hasta el extremo, que nos llama a su seguimiento, que espera nuestro amor, y que en esta Navidad quiere nacer en nuestros corazones y en nuestras vidas, para convertirlas, salvarlas, dignificarlas y llenarlas de plenitud y sentido.
Abramos de par en par las puertas a Cristo, redentor del hombre. En su nacimiento histórico nació en un pesebre, pues José y María no encontraron sitio en el mesón (Lc 2,7). Esta amarga queja de san Lucas sólo es equiparable a esta otra dramática afirmación del evangelista san Juan: “Vino a los suyos, pero los suyos no le recibieron” (Jn 1,11). Que no sea este nuestro caso. Que acojamos en nuestros corazones al Señor que nace. De este modo viviremos la verdadera alegría de la Navidad, fruto del encuentro con Cristo y con los hermanos, la alegría que el mundo no puede dar, que yo deseo a todos los cristianos de nuestra Archidiócesis, sacerdotes, consagrados, seminaristas y laicos, y a todos los hombres y mujeres de buena voluntad. Para todos, ¡Feliz, santa y gozosa Navidad!
Para todos, mi abrazo fraterno y mi bendición.
+ Juan José Asenjo Pelegrina. Arzobispo de Sevilla

lunes, 18 de diciembre de 2017

Recogida de alimentos a beneficio de Cáritas


"Porque tuve hambre, y me disteis de comer"Mt 25, 35

Un año más la Hermandad convoca la campaña de recogida de alimentos no perecederos que durante los días de Navidad se celebra en el Belén de la Hermandad situado en la Iglesia de San Roque, siendo posteriormente entregados a Cáritas para ser repartidos entre los más necesitados de nuestro pueblo.

En estos últimos tiempos de difícil situación económica para muchas familias, el número de  personas que viven en el umbral de pobreza ha aumentado considerablemente en la provincia de Sevilla. Se pretende por tanto -a través de esta campaña-, la recaudación de alimentos básicos -arroz, pasta, legumbres secas, leche, aceite- de alto valor nutritivo  en la alimentación de las personas.

viernes, 15 de diciembre de 2017

Belén, recogida de alimentos y visita del Cartero Real


BELÉN
A partir de hoy, viernes 15, permanece abierto al público en la Iglesia de San Roque el Belén instalado un año más por nuestro Grupo Joven, en esta ocasión con la colaboración de los hermanos más pequeños de la Hermandad que participaron en la convivencia infantil del pasado sábado. El horario de visitas del mismo es el siguiente:

Horario de visitas del Belén
Tardes: de 18:00 a 21:00 horas
Mañanas: de 11:00 a 14:00 horas (a partir del viernes 22)

RECOGIDA DE ALIMENTOS A BENEFICIO DE CÁRITAS
Durante los días de Navidad en que permanece abierto el belén, se recogerán -como en años anteriores- alimentos no perecederos destinados a las familias más necesitadas de nuestro pueblo a través de Cáritas. Fundamentalmente se necesitan alimentos de gran valor nutritivo como aceite, arroz, legumbres, pasta, leche, conservas...

CARTERO REAL
Asimismo, como viene siendo habitual en los últimos años, el viernes 29 de diciembre (en horario de mañana y tarde) el Cartero Real de Sus Majestades los Reyes Magos de Oriente visitará el belén de la Hermandad para atender las peticiones que los más pequeños a través de sus cartas realizan a los Reyes Magos.

Horario del Cartero Real
Mañana: de 12:30 a 14:00 horas
Tarde: de 18:30 a 20:00 horas

jueves, 14 de diciembre de 2017

Nacimiento. Capilla del Sagrario

Desde hace unos días puede contemplarse en la capilla del Sagrario de la Iglesia de San Roque el nacimiento instalado por la Hermandad con la colaboración del Grupo Joven y de N.H.D. Daniel Maldonado Catalán, vestidor de la Santísima Virgen de los Dolores y de D. Luciano Galán García. El mismo puede visitarse en horario de tarde de 18:00 a 21:00 horas y a partir del viernes 22 también por las mañanas de 11:00 a 14:00 horas.







Fotos: Andrés García

Hoja informativa. Diciembre 2017

Durante estos días, los hermanos de la Hermandad recibirán en su domicilio la hoja informativa en la que se informa de las actividades y horarios de Misa relativos a la próxima Navidad. Acompañamos esta entrada con la fotografía que ilustra la portada de esta hoja informativa, con la que la Junta de Gobierno desea a todos los hermanos una Feliz Navidad en el Señor.

Foto: Andrés García

martes, 12 de diciembre de 2017

Diciembre. Misa de Hermandad


El próximo jueves 14 de diciembre, se celebra en la Iglesia de San Roque a las 20:00 horas, Misa de Hermandad por el eterno descanso de los hermanos difuntos de la misma. A las 19:30 horas, rezo del Santo Rosario a la Santísima Virgen de los Dolores.

Aprovechamos para recordar que todos los viernes en horario de 18:30 a 21:00 horas, la Iglesia de San  Roque permanece abierta para que todos los fieles y devotos puedan orar ante Nuestros Sagrados Titulares.

lunes, 11 de diciembre de 2017

Galería. Convivencia infantil de Navidad

A través de la presente entrada les mostramos algunas fotografías de la convivencia infantil de Hermandad celebrada el pasado sábado en la Iglesia de San Roque. Tras la merienda en el patio, el encuentro comenzó con la presentación del mismo por parte de nuestro Director Espiritual, don Álvaro Román Villalón, que explicó a los más pequeños el significado de la Navidad finalizando con el rezo del Avemaría a la Santísima Virgen de los Dolores. 

A continuación, se llevó a cabo el montaje del portal de belén entre todos los asistentes, repartiéndose entre unos y otros la colocación de la tierra y el lentisco, la organización de la figuras del nacimiento, pastores, animales... inculcando a los hermanos más pequeños el sentido de montar el belén y preparar el pesebre para el nacimiento de Cristo.

Una vez se concluyeron las tareas de montaje, muchos cambiaron las figuras del portal por los lápices, para colorear algunas láminas del libro editado hace unos años por la Hermandad. En la Sala Capitular concluía esta segunda convivencia infantil tras la organizada la pasada Cuaresma de 2016, que pretende fomentar los vínculos con la Hermandad de nuestros hermanos más jóvenes educando los valores propios de nuestra fe desde una perspectiva lúdica.












Fotos: Archivo Hermandad

Galería. Concurso de repostería

El pasado sábado 9 de diciembre, el Grupo Joven de la Hermandad organizó en el patio del naranjo una merienda enmarcada en el 1º concurso de repostería navideña. En un ambiente festivo, coincidiendo con la convivencia infantil de Navidad, hermanos y allegados a la Hermandad de distintas generaciones compartieron un bonito rato de encuentro en San Roque.

Un total de doce postres de cuidada elaboración fueron presentados al concurso, resultando ganador el realizado por nuestros hermanos Javier y Nerea Portillo Gallardo, que recibieron como premio una magnífica cesta de productos navideños.






Fotos: Archivo Hermandad

martes, 5 de diciembre de 2017

Adviento y vigilancia

Queridos hermanos y hermanas:
Comenzamos el tiempo de Adviento, que nos  prepara para recordar y celebrar la primera venida del Señor y nos dispone para acogerle en nuestros corazones en la nueva venida que cada año actualiza místicamente la liturgia. La Iglesia nos invita además a dilatar la mirada: el Señor que vino hace dos mil años, que viene de nuevo a nosotros en Navidad, vendrá glorioso como juez al final de los tiempos. Por ello, el tiempo de Adviento y toda la vida del cristiano es tiempo de alegre esperanza. Es tiempo también de vigilancia, a la que nos insta el evangelio de los últimos domingos del año litúrgico y también el de este domingo primero de Adviento con la parábola de los criados que esperan el retorno de su señor.

La vigilancia no es vivir bajo el temor de un Dios justiciero y vengativo que está esperando nuestros errores o pecados para castigarnos. Esta actitud de desconfianza y temor ante Dios y el mundo, sólo engendra personas obsesivas y escrupulosas, que piensan que Dios es un ser predispuesto contra el hombre, quien debe ganarse su salvación con sus solas fuerzas y luchando contra enormes imponderables.
La vigilancia cristiana es una actitud positiva que tiene como base el optimismo sobrenatural de sabernos hijos de un Dios que es Padre, que quiere nuestra salvación y nuestra felicidad y que nos da los medios para alcanzarla. Es concebir la vida cristiana como una respuesta amorosa a un Dios que nos ama, que es fiel a sus promesas y que espera nuestra fidelidad con la ayuda de su gracia.
La actitud de vigilancia debe matizar toda la vida del cristiano, para saber distinguir los valores auténticos de los aparentes. La cultura secularizada, en muchos casos difunde modos de pensar y de actuar que nada tienen que ver con los auténticos valores humanos y cristianos. En demasiadas ocasiones canoniza formas de comportamiento ajenas al espíritu cristiano. Se impone, pues, una actitud crítica ante lo que vemos, escuchamos o leemos y una independencia de criterio ante los mensajes contrarios al Evangelio con que, de forma directa o indirecta, nos agreden los medios de comunicación. Esta actitud crítica muchas veces nos deberá llevar a apagar el televisor o no encenderlo, para que no nos arrollen los criterios paganos e, incluso, anticristianos, que en ocasiones los medios nos brindan.
La vigilancia es también necesaria para que no se debilite nuestra conciencia moral, para conservar una conciencia recta, que distingue el bien del mal, lo justo de lo injusto, lo recto de lo torcido. De lo contrario, la conciencia puede endurecerse hasta perder el sentido moral, el sentido del pecado, un peligro real para los cristianos de hoy. La vigilancia cristiana nos debe ayudar a poner los medios para conservar la rectitud moral: la confesión frecuente, precedida de un examen sincero de conciencia, y el examen de conciencia diario para ponderar nuestra fidelidad al Señor, son la mejor garantía para mantener la tensión moral y la delicadeza de conciencia.
Es necesaria también la vigilancia ante los posibles peligros que pueden debilitar nuestra fe o nuestra vida cristiana. El cristiano no puede vivir en una atmósfera permanente de temor, porque cuenta con la ayuda de la gracia de Dios, pero tampoco ha de ser un atolondrado, ni creerse invulnerable ante las tentaciones del demonio. Ha de vivir su vida cristiana con responsabilidad y sabiduría, para descubrir los peligros que ponen en riesgo nuestra fe y, sobre todo, el mayor tesoro del cristiano, la vida de la gracia, que es comunión con el Padre, el Hijo y el Espíritu, que vive en nosotros y nos da testimonio de que somos hijos de Dios. La vida de la gracia es ya en este mundo prenda y anticipo de la vida de la gloria, a la que Dios nos tiene destinados.
Para vivir la esperanza cristiana en la salvación definitiva no hay mejor camino que tomar en serio el momento presente en función de los acontecimientos finales, pues nuestro fin será como haya sido nuestra vida. Si cada día tratamos de ser fieles a Dios en nuestro propio estado y circunstancias, tomaremos buena nota de la última palabra que pronuncia el Señor en el evangelio de hoy: ¡Velad! Así estaremos preparados para  el encuentro con el Señor. De este modo no consideraremos la muerte como una tragedia, sino que la esperaremos con la paz y la alegría de quienes se preparan para el abrazo definitivo con Él.
 Que sea Él quien aliente nuestra vigilancia con su custodia fuerte y amorosa, pues como nos dice el salmo, “Si el Señor no guarda la ciudad en vano vigilan los centinelas”. Que la Santísima Virgen, a la que todos los días decimos muchas veces “ruega por nosotros pecadores ahora y en la hora de nuestra muerte”, nos cuide y proteja ahora y en los momentos finales de nuestra vida.
 Para todos, mi saludo fraterno y mi bendición.
 + Juan José Asenjo Pelegrina. Arzobispo de Sevilla